La matcha representa con orgullo a la cultura de Japón pero tardó bastante tiempo en generalizarse.
La historia de la matcha en Japón comenzó en el año 805 cuando fue importado de China.
Al ver la palabra “MATCHA” que se ha extendido por todo el mundo, mucha gente podría pensar que nació en Japón pero en realidad tiene su origen en el país vecino de China.
Con el tiempo, gracias al esfuerzo de muchas personas la cultura de la matcha se arraigó en Japón.
Historia de la matcha en Japón
La cultura del té en Japón comenzó a principios del período Heian.
Se dice que la cultura del té en Japón comenzó a principios del período Heian, cuando los enviados Saicho y Kukai, trajeron a Japón el té desde Tang (China).
En aquella época el té era una bebida tan preciada que sólo unas pocas personas como monjes y aristócratas podían beberlo.
En ese periodo se pensó que sería posible cultivar té y lo hicieron al pie del monte Hiei, donde se encuentra el templo Enryakuji. Sin embargo, el cultivo del té no duró mucho porque sólo unas pocas personas podían consumirlo.
Período Kamakura. Se estableció la “Ley Matcha”
Durante el período Kamakura, Eisai, el fundador de la escuela de budismo Rinzai, trajo semillas de té de la dinastía Song (China), donde había estudiado.
En 1211 publicó su libro “Kissa Yojoki”, que describe el método más común para preparar matcha.
“Kissa Yojoki” describe los tipos de té y sus efectos positivos en la salud estableciendo desde ese momento la costumbre de beber té en Japón.
Más tarde, Myoe Shonin heredó de Eisai el método de preparación de la matcha iniciando su cultivo en el templo Kozanji en Togano, Kioto y en Uji.
Desde el período de Muromachi hasta el período Nanbokucho. Kioto y Uji se convirtieron en famosas zonas productoras de té.
Durante el período Muromachi, Yoshimitsu Ashikaga otorgó un trato especial a las plantaciones de té en Uji. Se dice que esto llevó a la ciudad de Uji en Kioto a convertirse en una famosa zona productora de té.
Sen no Rikyu, famoso por su té aparece en el periodo Azuchi-Momoyama.
Sen no Rikyu perfeccionó el “Wabi-cha”, un estilo de té que se disfrutaba bebiendo en una habitación tranquila y sin extravagancias.
Esto todavía se transmite como una tradición japonesa.
Sen no Rikyu difundió las bondades del té y también sirvió como maestro en la Gran Ceremonia del Té de Kitano organizada por Toyotomi Hideyoshi.
Período Edo. Nació el té verde
Durante el período Edo, Soen Nagatani, un agricultor y empresario pasó 15 años estableciendo un método de fabricación de té (método Uji) que consistiría en producir el té verde desde el color marrón.
Esta técnica se ha transmitido hasta nuestros días y el método de fabricación de té hizo que la cultura del té se hiciera popular en todo Japón.
Período Taisho-Showa. Las teteras estuvieron disponibles y fue posible disfrutar del té en casa.
Por esta época se incorporaron máquinas en la producción de té lo que hizo posible la producción en masa y su exportación.
Más adelante se hizo popular el método de beber té llamado “dashicha”, que consistía en verter agua caliente en teteras o vasijas de barro.
Hoy en día la “MATCHA” se ha convertido en un boom en todo el mundo.
Desde entonces, el té japonés se ha exportado cada vez más al mundo. La matcha y el té verde alguna vez se agruparon como “té verde japonés” pero ahora el “té verde japonés” hace referencia al té verde y desde alrededor de 2010 la matcha se conoce en todo el mundo como “MATCHA”.